jueves, 29 de mayo de 2008

Cerebelación Exinta de Hortalizoides

¡Enhorabuena!
Bienvenidos sean a una nueva entrega de prestigiosa información de avances lucénicos y tecnología promiscua, bajo el sagrado auspicio de Lucénica Hoy y nuestro prestigioso grupo de selectos profesores fisiofosales. Y un gélido saludo a mi colega Francisco que ha terminado finalmente sus estudios protomosecuarios.

Hemos estado en un retiro científico junto con nuestros queridos amigos de la ISSA que nos han recibido en sus instalaciones con inigualable hospitalidad (quienes tienen toda la razón respecto a fractales alternas comentadas erróneamente por nosotros en entregas anteriores... y que como dice mi colega, no se hable más del tema).

Nos ha escrito Kiva desde quien sabe donde, con una cuestionante que ya nos habían enviado bastantes fanáticos alrededor del mundo (especialmente profesores de la tribu Tuareg; saludos a ellos), pero que no habíamos respondido porque ninguna hipótesis nos había convencido (y por favor, dejen de enviarnos fotos de crontofilia). Kiva nos ha puesto en tela de fiscalía una pregunta acerca de la composición cerebral de los seres vivos, considerando el efecto colateral del mandato experimental de los extintores (extintor viene del griego "Excretos", que viene del zuajili "Pacharkacha" que habla acerca de los lemures).

Querida Kiva, primero que nada debemos ponernos en contexto; los experimentos mandatoriales con respecto a extintores fractacionales (los de 96,2kg.) que impactan cabezas inocentes buscan un efecto primal y textil sobre el bulbo fartídeo, el cual reacciona expresando las siguientes fluctuaciones aménicas:

Como puedes ver, el máximo de trauma mucoso se produce exactamente al microprocesar una fórmula azul casi mínima similar a las pluteicas (planetoideales en estos momentos), esto se puede experimentar cotidianamente al ver volar materia gris por los aires después de diversos golpes nucleicos. ¿De que nos sirve esto?, no sé, pero es interesante ver como se altera la proporción multicrisiástica de funcionamiento subalterno de la proporción protofrontal de cada axioma parietal, tal como Pierce formula en su tratado de física mucosa cerebral:











Si observamos la manera de que influye la reacción de la raíz de 2 por casita, podríamos decir que pasaremos rápidamente de un 2,5% de mucosidad a un valor intrínseco de 34% en relación a la elevación del *e a la mitad del cerebro (donde se hacen generalmente los remolinos). Sería fácil de entender, pero no mentiré.

Por lo tanto, relacionando estas reacciones a extintores pesados (llenos hasta el borde) a la composición fotocuántica de las raíces capilares y cómo estas son usadas por los habitantes de las fosas (saludos), tendremos una nueva composición de corteza similar al extracto que mostramos a continuación (ref.: Capítulo 87, Tomo 4, "Lucénica Experimental en Aplicación", Pierce):

Como vemos, bajo la externídea, tenemos una segmentación incógnita producida por el trauma infantil a la corteza, el cual podría ser reparado por los protoglóbulos que rodean al nucleolo rebelde, ya que están bastante cerca... pero si no lo hacen entonces puede que se trate solo de mucosidades del científico derramadas sobre el lente del microscopio así que no lo tomemos en consideración y prosigamos con la explicación bidáctica. Si tenemos entonces la resolución del golpe extintorial con respecto a la conformación de corteza bajo trauma, la composición del cerebro se tornaría en una evolución cíclica (o como dicen los lolos, una "Protoevolución"), la cual poseería una procentuación propia de paralupléicas por consiguiente del paralelo de conjunción de cada pedacito de cosas:

Si bien este cuadro estadístico solo nos expresa en miles, la cantidad de cosas que son segmentadas por la fractalización de cada alterna, podríamos decir entonces que el cerebro sería más bien como una sandía machacada y amarga (alistaremos nuestras guanteras).

Espero haber sido suficientemente claro en la explicación, la cual podría ser extendida por alguno de mis colegas si así lo requirieras (bajo autorización formal de alguna macrótida o pequeño niño).

Y sin más recovecos, me despido y les recuerdo a todos nuestros lectores fenecales* que no olviden renovar su suscripción anual a las prestigiosas publicaciones de Lucénica Hoy, disponible quien sabe donde.

¡Hasta pronto!

(*) fenecal: /ad. f. pot. su.; Dícese de lo que feneca.

5 Cartas:

Urlik dijo...

Interesante, pero que sucede si aceleramos la "cosa" a 20.000Km/S2 por un tiempo cercano a los 15S?

Pedro dijo...

Difícil proposición mi estimado:

Si hablamos de aceleración dentro de una alterna lucénica, tendríamos que la velocidad de transferencia verdosa va a depender directamente de la velocidad parietal (referente al primer incremento sobre cero al cuadrado... fractal, me entiendes) y la subdivisión de la velocidad agrupada al cubo de la velocidad normal de la cosa (teniéndose por tanto 15Sx35% de espesor). Por lo tanto se produciría este exceso de segmentaciones rebeldes entrelazados cuáticamente, resultando algo perturbador (5 se subdiviría gemoétricamente por casita), y esta particular característica derivará en que un estado entrelazado de las mucosidades, manipulando una de las variables, se podría modificar al estado total mucoso... esto habla entonces de una correlación entre los dos estados que no tienen contrapartida en el mundo de nuestras mundanas experiencias con hormigas secas sobre pavimento mojado, como bien mencionaba anteriormente mi colega.

De todas maneras esto ameritaría un estudio más minuicioso sobre la higiene del microscopio.

Espero haber escalrecido un poco los deshechos.

¡Saludos!

Urlik dijo...

Si pero el cuerpo se irradiaría.

Pedro dijo...

Tiene razón, lo que invalidaría la fórmula subdividida por la raíz de dos por casita... eso sería un fractacionario embutido...

Esa ya no es mi área de especialidad.

Francisco dijo...

Asi es estimado pedro, pero sì la mia
no puedo hablar del tema, me encantaria, es fascinante como dos barras de plasticina pueden transformarce en algo tan increible y hermoso como un cono de pop corn, lamentablemente estoy imposibilitado para hablar (ISSA)