jueves, 10 de mayo de 2007

Tangenciales lucénicas alternativas y que hacemos...

¡Hemos recibido nuestras primeras cartas!

Anónimo desde Nosedondelandia nos pregunta:
¿Qué hacemos por el mundo?

Bueno Anónimo, para partir me gustaría redefinir tu pregunta más acatadamente a ¿que es un arquetipo sinfólico?; probablemente haya niños que no saben a que nos referimos con estos conceptos básicos de la retórica gaussiana segunda por parte del abuelo; es sencillamente el preguntarse que hace uno por el mundo de forma anónima; obvio.

En estos tiempos modernos, en plena éra de las telecomunicaciones e internet por microondas, nos vemos envueltos en un mundo de alcalinidades simples y dificiles; nunca podemos diferenciar bien lo que es una patata de lo que es una berenjena. Todo nos parece tan jolgorioso y suprahumano que simlemente nos encerramos en nuestras guanteras y lloramos las sandías amargas. Tal como dice ese viejo proverbio de las tierras de Francisco José (al norte de Rusia) "quien no avanza por sendero semillado, bien no podrá acariciar las judías verdes de los prados de llantas y cucharas de porcelana, solo el más encorvado y cantautor consumado podrá disfrutar de los textos en arameo antiguo", tan simple y tan sabio.

Por lo mismo nuestro querido Anónimo (de los nimos hablaremos después), solo podemos responderte haciendo alución a tu subconciente y guiar un camino de fosfatos. Los fosfatos no siempre son buenos, ni menos los fósforos (especialmente cuando babeamos sobre ellos y se mojan), pero de que pueden servir para aguar una comida de gato bien servida, lo harán, y con heces.

Y Francisco desde Sn.Tiago nos formula una problemática de la Lucénica moderna:
Bueno Francisco; tu pregunta es en realidad bastante interesante desde el punto de vista alquimico (alquimia contemporánea post moderna de la antigüedad). Nunca nadie había cuestionado el posicionamiento implícitamente catódico de las tangentes lucénicas, de hecho, muy poca gente conoce su real utilidad; para poder entender esto, graficaremos tu pregunta y su solución con su respectiva explicación martórica:
Como puedes ver en el esquema mostrado, las contingentes sódicas que formulas (si las añadimos a los ángulos fractales que surgen de la esténica que nos propones), son simplemente un aditivo radical de la magencia que supuestamente está presente según tu argumento. Mira Francisco, si vamos a mezclar peras con manzanas intentemos hacerlo bien, todos sabemos que para hacer caldo de manzana con pera debemos meter la cabeza en la olla hirviendo hasta tocar con la nariz el fondo y soplar con vigor para remover las veladuras que se forman a los costados; y en el caso de la matemática lucénica vemos algo similar, creo que se entiende.

Nunca dejes un fractario de lado al usar la física esténica; puesto que si no, el caldo del que nos hablas no cuajará y solo obtendrás jalea de melón calameño. Las fluctuantes intrínsecas no son nada en comparación al caldo. De hecho, cuando analizamos los cultos satánicos de Lex Luthor, veremos que ellos reprochan la lucénica circunferectante, por ser básicamente un moquillo de perro con distemper en invierno con una pata chueca (y mal olor).
Espero haber respondido tu pregunta.

Estamos muy contentos por la buena acogida del público
¡estaremos atentos a cualquier pregunta que tengan!

2 Cartas:

Anónimo dijo...

Comprendo
pero no se obtendra una variante monocleica al reciclar un distinto patron fractario ?

Pedro dijo...

Si al meter la cabeza al caldo, cierras bien los ojos no debería haber problemas.

¡Suerte con esa lucénica radical!